19 Mayıs 2016 Perşembe

Conclusión

Conclusión

Los animales a los que se hace referencia en este libro comparten el amor, el altruismo, la compasión y el cuidado. Cada uno de ellos es protector, considerado y tierno con sus crías, su pareja o algún otro animal. Toman precauciones inteligentes para su seguridad y se valen de soluciones ingeniosas para ayudarse mutuamente a buscar alimento. Trabajan como expertos para modelar maravillas arquitectónicas.
Sin embargo, es necesario señalar una vez más que las criaturas mencionadas ―escarabajos, pájaros, ranas, etc.― poseen estructuras cerebrales simples.
¿Es racional entonces esperar que exhiban tal grado de inteligencia, habilidad y forma de obrar como el que testimoniamos?
◉ ¿Puede saber un escarabajo o un ave qué es la compasión, la misericordia o la entrega desinteresada?
◉ ¿Puede un animal poseer elevados valores morales?
◉ ¿Cómo podemos explicar que un pingüino desarrolle un lazo tan fuerte con su pareja y su cría y que arriesgue la vida por ellos?
◉ ¿Por qué los antílopes o cebras se colocan entre sus pequeños y el predador que los acosa?
BeyazOrdek
Cada una de estas preguntas plantea problemas insuperables para la teoría de la evolución, pues ésta propone que la vida se formó por casualidad a partir de la materia inanimada. Los evolucionistas suponen que los animales actúan movidos por sus instintos y que éstos están programados en sus genes. Pero en verdad, esto sólo aumenta su disyuntiva porque lleva a un interrogante más profundo: ¿Quién ha programado esos genes con los instintos de devoción, compasión y el conocimiento para la construcción de sus albergues? ¿De qué manera se modeló esa programación repentinamente en los genes, compuestos de elementos inertes como el carbono y el fosfato?
Los evolucionistas no tienen ninguna respuesta para este tipo de preguntas. Para llenar el vacío y para que la gente no reflexione lo suficiente sobre esta cuestión, lo cubren todo con una cortina de humo al decir que la Madre Naturaleza colocó esas características en los genes de los animales. A menudo leemos expresiones como las que siguen: “la naturaleza provee a los animales del instinto para que cuiden a sus crías”; “la naturaleza dota a los pájaros con la habilidad para la construcción de sus nidos”. Pero, ¿es posible que la naturaleza tenga esas capacidades? Nosotros llamamos naturaleza a la suma de lo creado, como ser los árboles, las piedras, los ríos, las montañas, el agua y la tierra. El interrogante que se nos presenta entonces es el siguiente: ¿cuál de esos elementos tiene el poder, la aptitud, el conocimiento y la conciencia para conferir la competencia que permite edificar albergues, cuidar a las crías, etc.?
Quienes adscriben tales potestades a la naturaleza obran según un tipo clásico de mentalidad que le concede a la misma lo que es propio de Dios. Debemos repetir una vez más que la naturaleza es todo lo creado. El Corán se refiere a quienes caen en el error respecto de esto:
En lugar de tomarle a El, han tomado a dioses que no crean nada, sino que ellos mismos son creados, que no disponen, ni siquiera para sí mismos, de lo que puede dañar o aprovechar, y no tienen poder sobre la muerte, ni sobre la vida ni sobre la resurrección.(Corán, 25:3)
Ordek Yavrusu
Desde un punto de vista lógico y racional, es imposible que los seres desprovistos de perspicacia y discernimiento den a otros cualidades como la conciencia, la inteligencia, el conocimiento, la destreza o cualquier otra facultad intelectual.
La verdad se presenta transparente y abierta para que todos la vean: Dios es el Compasivísmo, el Misericordiosísimo, el Creador y Sustentador de todo y Quien hace que los animales actúen con amor, compasión y misericordia.
Los pocos ejemplos de altruismo, abnegación y ternura citados en este libro, son signos de la clemencia y piedad infinitas de nuestro Señor, Quien originó al ser humano y a todo lo demás y les dio protección. Evidentemente, quien ampara, alimenta y cuida a un pichón de pájaro o a un potrillo de gacela no es alguien irreflexivo. Esa dedicación acendrada a la cría es inspirada por Dios y a eso se debe que sus progenitores trabajen día y noche por su cuidado e incluso dejen su vida en ello. Y esa compasión y misericordia para con los animales es extensiva a todo lo creado por El, entre los que nos contamos los humanos. Es por ello que las personas razonables y dotadas de entendimiento, que reflexionan y ven la verdad, recuerdan a Dios de la siguiente manera:
… ¡Mi Señor todo lo vigila! (Corán, 11:57).
Y di: “¡Señor! ¡Perdona y ten misericordia! ¡Tú eres el Mejor de quienes tienen misericordia!”. (Corán, 23:118).

Dijeron: “¡Gloria a Ti!
No sabemos más que lo que Tú nos has enseñado.
Tú eres, ciertamente, el Omnisciente, el Sabio”.
(Corán, 2:32)

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